El abanico en el arte


El abanico, ese accesorio que asociamos a nuestra madre, a nuestra abuela… y quesolo cogemos en esos días súper calurosos de verano. Pero ¿y si te dijera que despuésde este post ya no volverás a ver el abanico de esa manera? Desde la antiguedad, el abanico se ha asociado a la mujer y lafeminidad. Es un fetiche romántico y seductor que tras un periodo de obsolescencia (a esto me refiero con lo de que lo vemos aburrido) ha recuperado su actualidad y frescura. O sea, que aparte de refrescarnos cuando hace calor, nos da el toque femenino y sexy. Los egipcios fueron los primeros en idear el abanico, ¡qué modernos ellos! Querían crear un accesorio que les ayudara a combatir el calor del desierto y que, además, mantuviera ese aire misterioso y de grandeza tan característico del mundo egipcio. Y si no os lo imagináis solo tenéis que visualizar a Cleopatra en su trono siendo abanicada por sus esclavos. Plumas de avestruz, tejidos lujosos y fibras vegetales, eran los materiales más habituales para hacerse un abanico e ir a la última.

El abanico ha ido evolucionando a través de la historia y de los distintos movimientos artísticos. Y es que esto es lo que nos parece el abanico a nosotras, una verdadera obra de arte. Y hablando de arte, hay una obra que nos encanta en la que podemos ver abanicos por todas partes: La dama de los abanicos de Manet. Impresionante, ¿verdad? Nos encanta lo digna que está ella ahí tumbada con su mejor posado. Se trata de Nina de Callias (1844-1884), una escritora francesa colega del pintor. Cuando Manet la retrató, ella tenía apenas treinta años y estaba al frente de uno de los salones literarios y artísticos más brillantes de París. Toda una mujer de negocios, vaya. Lo que pretendía Manet al colocar los abanicos alrededor de su amiga, era crear un decorado, enmarcar a la diva en un espacio recargado y ostentoso, vamos. Los abanicos en las paredes intentaban transportar al espectador al típico estilo de batiburrillo de la mansión japonista en la que vivía la artista. Curioso, ¿verdad? Pues como esta, puedes encontrar otras muchas obras en las que la figura del abanico se lleva el protagonismo. Échales un ojo y elige tu estilo favorito de cara a la temporada otoño/invierno 2020. Y si no te decides, con nuestro abanico Terciopelo podrás tenerlo todo en uno.